30 de octubre de 2011

Adiós Mónica. Parte II.

La llamé. Y cuando me cogió el teléfono fue de las mejores sensaciones que he tenido. Oír su voz. Su dulce voz. Es extraño, eso de la voz. Cuando las cosas le están yendo bien tiene una voz tierna y entrañable, pero cuando su enfado es constante o simplemente tuvo un mal día, esa voz se convierte en algo tosco y grotesco. ¡Y después piensa que no la conozco! Pero también me resulto extraño. Esa amabilidad después de semanas. Me trato con todo el cariño que podáis imaginar. Creo que intenta evitar preguntas. Sí, esas de por qué tantas semanas sin hablarnos. La esperaba más seria. Más contenida. No importa, sabe que tenemos que hablar. En el fondo lo sabe. Evitaba continuamente en la conversación las palabras quedar, vernos y todo lo relacionado. Pero lo conseguí. Quedamos. Para un futuro inmediato. Muy inmediato. La noto más centrada. Quizás sea demasiado pronto para sacar conclusiones, pero suena mucho más centrada.

La vi ayer. Por fin. Por fin hablamos todo lo que teníamos que hablar.  Nos contamos todo lo que nos teníamos que contar. Me hablo de ella y de sus cambios. De sus días, de sus noches, de él. Me lo menciono mucho. Tanto que no se si estaba hablando con  ella, o directamente con él.

Me gusto la manera en que me relataba sus noches. “Suelo pasar las noches sola, noches frías, arropada con mantas que no abrigan, noches en las que solo pienso en dibujarlo entre mis sábanas, y que él entrelace sus manos en mi cintura, y mientras tanto rozar con las yemas de mis dedos su espalda.
Me encanta cuando lo tengo al lado, y se despierta en mitad de la noche para darme un beso, y sonrió. Y se aferra a mi ser en medio de la oscuridad, y no me suelta. Y me protege, y me encanta.”
Impresionante, era impresionante. La sinceridad con la que decía cada una de sus palabras. Era cierto. La tiene prendada, como hipnotizada. Y la miro, y sonrío. Y me sonríe, no porque me entienda, si no porque ya no hace otra cosa. No pretendía tampoco que lo hiciese, aunque en verdad creo que sabe todo lo que pienso, y con cada gesto todo lo que opino. 

24 de octubre de 2011

Adiós Mónica. Parte I.


Lo último que supe de ella es que se enamoro. De uno de esos amores imposibles. De esos prohibidos. De los que no están bien vistos. Lo veía cada semana. Y ya era incontrolable no ponerle esos ojitos encantadores. Era incontrolable centrarse. Estaba tan cerca pero tan lejos. ¿Cómo llamar su atención? Si ni siquiera pensaba que nada fuera a trascender. “Esto no llegará más allá.”- Se repetía constantemente. Y mientras sus ilusiones se desvanecían, seguía algo ahí dentro que decía ¡INTENTALO! Lo intentaba dejar pasar, pero eran más fuertes que ella, sí sus sentimientos. No podía parar de sonreír al verlo. Creía que él no lo notaba. Se equivocaba. Pero nunca le hizo un gesto más allá de lo habitual, era de esos que se disculpaba al tocarle la mano. Un poco atípico. Pero a ella le encantaba. No sabéis de qué forma. Como cuando sientes ese absurdo cosquilleo en el estomago al verlo. Ella sabía de qué iba eso. Le gustaba. Le gustaba todo lo relacionado con esos absurdos sentimientos y sus consecuencias. Nunca llegaré a entender como fue capaz de atreverse. Hasta tal punto de conseguirlo. Ella es de las que sonríe sin cesar, de las que atrae con su conversación y sus ideales. No se consideraba guapa, pero si inteligente. Tiene sus días malos, sus días buenos, como todos, pero esa picaresca chispa de sarcasmo la hace irresistible. Hay días que no la soporto, días en los que quiere creer que el mundo se le viene encima. Días en que solo piensa en ella. Odio cuando usa su tosca ironía para defenderse de esos mini ataques que le lanzo. Cree que no la conozco, y se equivoca. Cree que no confío en sus posibilidades, y se equivoca. Aunque tal vez no lo sepa, siempre he confiado en ella. Siempre he sabido que piensa en cada momento, y que va a hacer a cada paso que da. No necesariamente necesito que me busque. No me importa si se olvida de mí, o si solo pretende buscarme en malas etapas. En verdad, mi prioridad es ella. Y su felicidad. Creo que ahora lo es bastante. Por fin lo ha conseguido, aunque ni siquiera me ha llamado para darme las gracias. Últimamente anda de un lado para otro revoloteando entre la gente. No consigo tener una de nuestras conversaciones. Sí, ya sabéis a que me refiero. De esas conversaciones, largas y amenas, en las que nos contamos todo lo que está pasando. Creo que debería llamarla yo, si Mahoma no va a la montaña, la montaña va a Mahoma, y creo que esta vez será así.

Hay veces que la veo pasar a mi lado, y no gira su cabeza para saludarme. No la entiendo. Yo siempre he estado ahí. ¡Soy la de siempre! Yo no he cambiado. Tal vez, este creciendo muy rápido. Tal vez ella me ha dejado atrás. No quiero creerlo. Me creía una pieza fundamental en su vida. Parece que van cambiando sus prioridades. Pero sé, y estoy completamente segura de que se dará cuenta. Se dará cuenta, de que soy yo la que he estado, estoy y estará siempre. 

20 de octubre de 2011

Me mudo.

Creo que me voy a mudar a tumblr. Seguiré escribiendo aquí. Pero los mejores textos estarán allí (Aunque los publicaré en ambos). Gracias.
http://dondesoliamosestar.tumblr.com/

18 de octubre de 2011

Y que de una vez lo haga.

Días como hoy es en los que se acuerda de como le gusta, como le gusta ver la lluvia caer desde la ventana de su habitación, quedarse sin habla y solo oír como caen las gotas al suelo. Parece magico. Miles de gotas se desintegran en una fracción de segundo, y singuen cayendo sin parar. Le encantan estos días, en los que se enrolla en una manta, en su cama, y se queda allí quieta, viendo la tele o simplemente pensando. No sé lo que quiere hoy. Ha pasado el día sola. Completamente sola, de un lado para otro. Pero sin el típico deambulo que le corresponde. No ha sido un mal día, para nada. Es más, todo parece estar en armonía. Creo que lo único que necesita es sentirlo. Que se acurruque a su lado, la abrace y duerman juntos. Que cese el continuo dibujarlo entre sus sábanas y que de una vez lo haga.

16 de octubre de 2011

Me echara de menos.

Solo quería abrazarlo, besarlo. Solo quería sentirlo, aquí a mi lado. Sin nadie más. Y que me mirara y me dijera que no se iría. Y que si se va, que me echara de menos, porque realmente no sabe hasta qué punto lo extrañaré yo.


Mami.

Gente sorprendente.

Domingos.

No volverás a pasar un domingo sola..


15 de octubre de 2011

Dibujarlo entre mis sábanas.

Y no sabía cómo decirle que añoraba cada centímetro de su piel, y sus brazos rodeando mi cintura. Me encanta imaginarlo, dibujarlo entre mis sábanas, recorriendo con mis dedos su espalda. Susurrándole al oído una y otra vez, como me gusta esto.

Cinco minutos de realidad.

Lo vi en una de esas absurdas comedias románticas. Y mejor paramos y abrimos los ojos, porque llegará el momento en que no los quiera volver a abrir, y te tenga a mi lado siempre. Y si me despierto sé que no estarás aquí. Que esta cama parece inmensa cuando no la comparto contigo. Que las horas pasan lentas, muy lentas. Y cuando estoy contigo el tiempo me la juega y parece que esas horas son segundos que pasan en un tic-tac. Por eso tengo que abrir los ojos, porque me quedaré sumida en la perfección de tenerte siempre. Y apague la televisión. Y quise cerrar los ojos, y no despertarme. Y quise volar a tu lado. Pero no pude. Quizás porque prefiera cinco minutos de realidad a una vida de ficción.

14 de octubre de 2011

Eso es lo que pasaba a las seis.

A ella no le hace falta que la cuides, ni que te preocupes de si está bien o mal. No quiere que la pienses 25 horas al día. Ella no necesita miles de llamadas diarias, ni mensajes. ¡Ella lo que quiere es que la vengas a buscar! Y que la abraces. Y que se pare el mundo. Y que la sorprendas. Y que aparezcas cuando menos lo espere.. 


13 de octubre de 2011

Él aún no entiende por qué se marcho.

Y no la puede olvidar. Lo intenta con todas sus fuerzas, pero está ahí clavada, en su interior. No sabe como erradicar el dolor. No la puede olvidar. Y lo intenta cada día. Ya son muchos años. Realmente le marcó, hondo muy hondo. Todavía cierra los ojos y la ve abrazando su cuerpo en la más plena noche de luna llena. Pero los abre, porque ya no es un buen recuerdo. Ya no quiere saber de esas noches en las que ella lloraba en su hombro de felicidad por tenerlo al lado. Ya no queda nada de eso. Ella sigue ahí. Pero para ella él no significa nada. Se desvaneció tan rápido, que se quedo impresionado. No creía nunca que llegara a ser tan frívola. Y que los buenos momentos, todos esos momentos, se esfumaran, como de repente, como si fueran una simple calada. Y mientras tanto él, en sus noches, quiere que todo pase. Que se acabó, lo tiene más que asumido. Él lo que no entiende es por qué se marcho..

12 de octubre de 2011

366 si es bisiesto.

No espera mucho. Quizás nada. No quiere que la miren, ni que la busquen. No quiere que la llamen, ni que le manden mensajes. No quiere nada, o quizás lo quiere todo. Niega todo lo que desea con fuerzas. Ella es pura contradicción. Me encanta. A mi, personalmente me encanta que sea así. Con esa chispa diferente. Que no sabes si realmente quiere que hagas lo que dice, o que la contradigas en todo. Ella quiere que alguien sea capaz de adivinarla. De anticiparse a sus palabras. A sus pensamientos, que sepa que le pasa en cada momento. Que le sonría aunque haya sido un mal día. Que se alegre al verla. Y que la haga sonreír. ¿Para que más? Eso de los regalos, las fechas especiales.. todo eso esta sobrevalorado. Mucho. Ella quiere su sonrisa y su mirada, los 365 días del año, 366 si es bisiesto. No quiere nada en especial. Es de las que ve en lo "normal", lo espectacular.

42.

—¡Cuarenta y dos! —exclamó Loonquawl—. ¿Es eso todo lo que tienes que mostrar tras siete millones y medio de años de trabajo?
—Lo he comprobado muy minuciosamente —dijo la computadora—, y ésa es casi definitivamente la respuesta. Creo que el problema, para ser sinceros, es que no habéis sabido nunca cuál es la pregunta.

- The Hitchhiker's Guide to the Galaxy -

Good Smile.

11 de octubre de 2011

Oh capitán, mi capitán.

Gracias.

Una tarde "arreglable".



Ella tan solo busca su sitio.

No fue un buen día. No quería reconocerlo, pero no había sido un buen día. No pretendía ni siquiera que mejorase. La tratan como si fuera indiferente, y mientras tanto ella va teniendo muchos más miedos de los que ya tiene. Y se siente decaída. Y sin nadie que la ayude. Rodeada de gente, gente extraña. Gente que creía conocer. Ya no ríe. Ahora solo calla y observa. Es poca su articulación de palabra estas semanas. Pero no le importa. Esta aprendiendo. Aprendiendo de las personas. De quien se rodea, y si tan convenientes son para ella. Ella tan solo muestra su cara afable. Buena estrategia. Quien la conoce sabe que prefiere mimos y que estén pendiente de ella. Realmente es una enana, que no sabe de que habla, que no sabe quien es, y que tiene dos mil quinientas preguntas diarias. Podéis considerarla una caprichosa, egocéntrica y manipuladora. Podéis considerarla tonta y sin sentido. Podéis creer que no le importa nada. Podéis creer cientos de inventos sobre ella, o formar vuestra propia opinión errónea. Porque verdaderamente juzgamos sin conocer. Porque verdaderamente nunca se llega a conocer realmente a una persona. Porque necesitamos una vida, para saber quien hay detrás. Ella esta cansada. Ya no le importa mostrarse tal y como es. Se canso de su cara afable. De su estrategia. Ella solo quiere sonreír por cualquier tontería y que la acepten con sus miles de defectos y pocas virtudes. Ella esta siendo ella desde hace tiempo, aunque no os la toméis enserio. Ella solamente quiere aprender. Tiene sed de conocimientos. Y rabia cuando la frenan. Ella tan solo busca su sitio.

9 de octubre de 2011

Quedándome encerrada en un silencio inexistente.

Mis pies descalzos rozando el frío suelo, una luz tenue desde la ventana y una musica que incita a ser bailada lentamente. Es temprano. Ni siquiera se que hago despierta. Tengo ganas de hacer muchísimas cosas, y a las vez no tengo ganas de nada. Vuelvo a poner la misma canción y empiezo a cantar. Creo que es la mayor actividad que realizaré hoy. A solas. Es mi momento. Empiezo a pensar, y no quiero. Me gusta todo tal y como esta. No quiero que nada cambie. Se acaba, sí la canción. Y otra vez. Y otra vez me pierdo en mis pensamientos sin saber como continuar, sin saber lo que hacer, ni que decir. Quedándome encerrada en un silencio inexistente.

7 de octubre de 2011

Uno que se va y otra que no llega.

Uno que se va, otra que no llega. Uno que te acompaña, otra que que te hace esperar. Iba a seguir esta entrada, pero llegó.

5 de octubre de 2011

No tiene importancia. En verdad sí.

No lo sabía hasta que me toco de cerca. No lo sabía hasta que lo sentí yo. No lo sabía hasta que intentaron molestarme. No lo sabía hasta que lo consiguieron. No lo sabía hasta que solo quería abrazarlo en esos momentos. No lo sabía hasta que mis instintos homicidas salieron a flote. No lo sabía hasta que necesitaba oír su voz para volver a la calma. No sabía hasta un estúpido comentario, de una persona más estúpida aún, me fuera a afectar. Que me da igual.. En verdad no. No sé. No tiene importancia. No es nada relevante. ¿Hacemos una cosa? Olvidemos que escribí esto.


4 de octubre de 2011

Lentos, sin prisas.

Y ahora me entra sueño. A las 21.35 de la noche. No es posible. Los ojos se me cierran, mi parpadeo es lento y ya casi mi cuerpo no se mueve. Más de cinco intentos fallidos por levantarme apartar las cosas y dormirme. Dormir, dormirme que bien suena. Necesito descasar. Lineas que escribo con los ojos entre cerrados. Lineas que no se si se leerán y que son de mi estado actual que quedará en el olvido. Lineas que no sé si tienen algún sentido. ¿Oís eso? Es el sonido de mis latidos, lentos.. sin prisas. Totalmente en reposo. Creo que me voy a dormir. Alguien me puso anoche el despertador a las 4.15 de la mañana, y me hizo despertarme. Buenas noches a todos. Hasta mañana.


1 de octubre de 2011

Es peor de lo que esperaba.

Hola, hoy escribo desde otra isla. Sí, desde la Gomera, esa chiquitita que hay al lado de Tenerife, en el Archipiélago Canario, pues desde ahí. Hace un par de horas que he llegado. No es que me mude, ni nada parecido, estoy de fin de semana. La verdad es que esto es peor de lo que esperaba. No hay nada que hacer, lo más entretenido que he hecho a sido ir a comprar el pan. Después de comer, y de conectarme un rato, me eche en un sofá-cama que hay. Y me deje dormir. Me desperté hace un rato. Después de un día de lo más monótono, alguien me despertó de mi siesta. Mi larga siesta de dos horas. Alguien cual grito de guerra fue "despiértate o te seguiré mandando whatsapp hasta el fin de los días". No sé. No me lo esperaba. Pensé que nadie se acordaría de mi. Que me tendría que despertar yo sola, por propia naturaleza. Pero no. Me pregunto que si estaba enfadada por haberme despertado. ¿Cómo estarlo? Con alguien que se acuerda de mi. ¿Cómo estarlo? Con la única persona que he hablado desde hace cuatro, cinco horas. ¿Cómo estarlo? Con alguien que te hace sonreír, tan solo con su forma de mirarte. Mañana ha estas horas estaré en mi cama calentita, con una bolsa de lacasitos y mi viejo portátil al que no le funciona la "F". Pero no importa. Claro que no importa. Porque estaré en mi isla. En mi pueblo. En mi barrio. En mi calle. En mi edificio. En mi casa. En mi cuarto. Y no me sentiré una extraña. Estas situaciones no me gustan nada. Me siento incomoda. Pero bueno, una noche solo una noche. Noche en la cual estoy oyendo a una orquesta tocar, una y otra vez la misma canción. ¿No tenéis más repertorio? Me frustro. Tal vez es hora de que acabe esta entrada. De hecho, la etiqueto, y voy a otra cosa. Buenas noches a todos los que estáis en vuestras casas en estos momentos, y los que no.. ánimo, solo es una noche..
Mientras tanto en un mundo paralelo Thais esta en su casa ordenando su habitación.

PD: Esta entrada había quedado mejor, mucho mejor. Pero no se por qué, no se publico antes y en borradores no se guardo bien y tuve que reescribirla.