28 de diciembre de 2011

366 si es bisiesto. ¿Te acuerdas?

Pásate por mi oficina para que recojas el resto de las cosas que te dejaste ayer allí. ¿Qué cosas? ¿De qué hablas? Sí, ¿no te acuerdas que ayer me viste? Ya, lo sé. Pues ya esta, es una orden clara y concisa. Pero.. No, no quiero peros. Pero es que tu no tienes oficina. Parece que no entiendes las cosas si no te las digo claras.
Hablo de que vengas a mi casa, a mi cuarto, como lo hiciste ayer, de que recojas ese mechero que se te quedo por "error" y que me digas: 'me falta algo' y yo conteste: '¿el qué?' Y me mires y digas: 'Tú.'
Hablo de que me digas, ven conmigo. Y de que me lleves lejos, donde no conozcamos a nadie. Donde rompamos la monotonía todos los días, donde lo que predomine sea el olor de tu champú y mis miles de trastos encima de la mesa.
Hablo de irnos. De ser grandes. De no seguir aquí, con la misma gente.
Hablo de fugarnos. Dos días. Una semana. Un mes. Un año. Una vida.
Hablo de llorar y reír. De mirarnos y saber que piensa el otro aun estando lejos de todo y de todos.
Hablo de ti y de mi.
Hablo de nosotros.
Hablo de querer que sepas que te quiero, 365 días al año, 366 si es bisiesto. ¿Te acuerdas?

De las que no te esperas ni de casualidad.

Me siento ridícula en la inmensidad del planeta. Y más aun si empezamos a mirar que la Tierra es un planeta de un subconjunto, de otro subconjunto.. y así infinitas veces hasta llegar al universo.
Me siento ridícula cuando me creo alguien conocido, y después llego a mi casa, y todas las caras que me cruzo en el ascensor son nuevas para mi. Y eso que vivimos en el mismo sitio.
Parece mentira que seamos siete mil millones de personas en este planeta y que como mucho conocemos las caras de quinientas.
Y que de esas quinientas hablemos con diez. Y que de esas diez, te quieran de verdad dos. 
Cerrar los ojos todas las noches, con el miedo de saber que algún día desaparecerás y si no te llamas Bill Gates o Stephen Hawking, y si me apuras Sheldon Cooper, nadie va a saber que pasaste por aquí, que pisaste este planeta, que intentaste hacerlo lo mejor posible. 
Nadie sabrá, que en el primer trimestre de mi ultimo año de la ESO, era un 7.44, que tuve un blog, que intente escribir un libro, que con 15 años solo por curiosidad intente aprender catalán y que de pequeña quería que me regalaran PlayMobils y no cocinitas.
Nadie sabrá, que en este mismo instante tengo un miedo atroz a levantarme y no volver a verte. Por eso, cuando estás cerca, te abrazo, te pego, te estrujo y te muerdo, porque me encanta sentirte, así, tan cerca de mi. Tan "que no te irás nunca y que estaremos siempre aquí, juntos". 
Caería en picado todos los días en tu cama, entre tus sábanas, no queriendo salir, ni falta que me hace. Abrazando cada milímetro de tu piel. Pasando una y otra vez mis dedos alrededor de tu ombligo.
Y que nos fundamos en uno.

-Ponte cerca. -¿Más? -Hasta que no sepamos donde empieza y termina cada uno.

Vale, ¿y ahora qué? Ahora, dejas que te sorprenda cada día, cada mañana, con un beso, como si fuera el primero, ahora me dejas caer a tu lado, en redondo y quedarme contigo. Para el resto de tu vida. De mi vida. De nuestras vidas. 

Y no te vayas. Por favor, no te vayas nunca. Porque quiero regalarte cada día una sonrisa, no de esas monótonas que ya sabes a que instante del día va a pasar, si no de las que no te esperas ni de casualidad.

25 de diciembre de 2011

Un helado con sabor a nubes.

Parece mentira que puedas hacer que mi día cambie con una sonrisa.
Sé que sabes, que me encanta mirarte. Me encanta ver esos ojos de color indefinido que tienes. Podría pasarme el día acariciando tu pelo, y estando entre tus brazos y no me cansaría. Me basta con que me sonrías para saber que todo esta bien. Que todo va bien.
Hay días en los que quiero poner el mundo a tus pies, y regalarte el cielo. Hay días en los que quiero conseguirte un helado con sabor a nubes, y agua vía Marte.
Hay veces que fabricaría el sitio ideal. Nuestro sitio ideal. Es entonces cuando me doy cuanta que ese lugar perfecto es siempre que estoy contigo.
Serán las fechas, pero me noto más ñoña de lo normal. Pero bueno, sabes como va a acabar esta entrada, ¿no?
Regalándote una y otra vez mil y un te quiero(s).

20 de diciembre de 2011

Atte: Tu conciencia.

Pensó que lo había hecho bien. Que nada más lejos de su patosismo habitual, esta vez si había salido bien. Parece que no. Salió completamente segura del escenario, con pie firme, y sin nervios ya. Pero bastó solo una persona para que cambiara su pensamiento por completo. 
Todos sabemos que bailar no es lo de ella. Que absurdo entonces, ¿para qué actúa si no se le da bien? Bueno, cosas de profesores. 
Pensé, por un momento, cuando la vi salir del escenario en ir a abrazarla. Realmente el manto que la abrazó fueron las críticas. 
Vaya, pensaba que iba a decirle algo como "que bien lo hiciste", y no reírse de ella en la cara. Lo siento, pero no, no sienta bien.
Parece mentira lo que estaban viendo sus ojos. Bueno es una, solo una, hasta que llegaron las demás. 
"Está lo malo, lo muy malo, lo pésimo, lo peor, y después tu." Gracias. ¿Y qué más? ¿Alguien tiene otra cosa que añadir? Como no! Pues claro que sí. "Arrítmica." Vale, ¿ya? Quiero seguir contándoos. 
Normal, que tras esto salga a llamarlo llorando. No es para menos. El gran esfuerzo que hizo, saliendo, tragándose los nervios, y todos los comentarios.. No es para menos la desilusión. 
Pero bueno, sinceramente, y ella lo sabe yo creo que lo hizo muy bien. 

Atte: Tu conciencia.

15 de diciembre de 2011

Inchados, tristes y cansados.

No había parado ni un instante de llorar. Sus ojos inchados, tristes y cansados hablaban por ella. Parece que algo rompio su armonía diaria. No me gusta verla así. No sé, no se parece nada a la sonriente muchacha que conocí hace ya quince años. Ya debería estar acostumbrada, a verla de tal forma.. pero no puedo.
Le encanto que llegará y la abrazara. Lo necesitaba, realmente era lo unico que le hacia falta. No suele ser así, no con esos temas, no suele mostrarse en llanto vivo, pero confiaba tanto en él, que no le importo que la viera en tales condiciones.
"Abrazala y no la sueltes, necesita de tus brazos, de tus besos, de tu cariño.."

11 de diciembre de 2011

Ahora lo que quiero es hacer que me quiera..

+¿Y qué vas a hacer ahora?
-¿Ahora? Ahora quiero vivir el momento a su lado. Quiero que por las mañanas lo más que le guste sea tenerme al lado, y que rodee con sus manos mi espalda. Ahora quiero despertarlo cada amanecer con un beso, de esos que no sabes cuando va a acabar. Ahora quiero abrazarlo a cada atardecer para que no se sienta solo. Ahora..
+¡Basta! Ya sé lo que quieres..
-No, realmente no lo sabes. Quiero que piense en mi, que no se olvide de que existo, que sepa cuanto lo quiero. Quiero que sepa que lo quiero siempre a mi lado. Que lo necesito, ahora lo que quiero es hacer que me quiera..

Es como si nos hubieramos estado esperando.

Sinceramente no pensé que fueras a aparecer nunca, que eso no estaba destinado para mi. Yo soy de las que acompañan, de las simpáticas, de las que se convierten en mejores amigas, la tipica muchacha de la friendzone para que me entiendas. Pero un día llegaste y rompiste todos mis esquemas, todas mis falsas creencias. 
Me encantaste desde el primer momento. Desde que cruzaste esa puerta blanca, y miraste hacía todos lados en busca de tu sitio. Jovén caminante con una maleta vieja de cuadros. 
Al principio no podía ni siquiera mirarte, ni preguntarte, pues eran tales los nervios que me sumia por completo en ellos. Y me encantaba verte, aunque solo fuera una vez por semana. Era como "el premio" después de siete días interminables. Vale, que ni siquiera me atrevia a preguntarte tu edad, y no ir más allá de CC, pero yo que sé. Eras como para Thais. Como lo que siempre habia querido, y nunca, ni siquiera de cerca, habia aparecido. 
Me seducia tu mente, tus ideales, lo poco que se dejaba mostrar, y lo que aparentabas ya era un mundo. Vale, que ni siquiera me sabía tus apellidos. Pero era como si nos hubieramos estado esperando, desde hace mucho tiempo. 
¿Sabes que es lo mejor? Que en este momento estás a mi lado, no solo figuradamente, si no literalmente también.

4 de diciembre de 2011

Que te quedes un rato más.

Me crispas, te chillo, me ignoras, te pego, nos irritamos, pero me sigues encantando. Pero sigo queriendo abrazarte a cada instante. 

No se si es por las fechas, o por el día, pero estoy más tonta de lo normal. Y quiero cogerte la mano y a la vez empujarte y que vengas corriendo, con una de esas caras que me pones en plan "te voy a dar", y que me comas a besos. 

Que me busques. Que te mire. Que nos desnudemos con la mirada. Que te quedes un rato más. Y que no me dejes sola. Que soy una egoísta, que no te quiero compartir.

Llámame lo que quieras. Esta noche soy toda tuya. Atrápame para siempre. Entre tus brazos. Entre tu regazo. Hazme soñar como nunca antes nadie lo ha hecho. Y después despiertame y dime que no es mentira, que estás a mi lado.