Apreciar que el Lazarillo de Tormes, en la época en la que fue
escrito (XVI), no iba a estar tan descaminado en la actualidad, resulta
paradójico.
El Lazarillo de Tormes era como cualquier niño explotado, de hoy
en día, en una fábrica haciendo calzado N*ke durante toda su juventud.
Privarles de la enseñanza y de sus derechos no es cosa nueva. Lázaro, sin
comida y a lo loco, se ponía en manos de cualquier persona "que lo pudiera
mantener", para subsistir. Hoy por hoy, queramos o no, en cualquier país
en vías de desarrollo, porque subdesarrollado suena feo, podemos apreciar este
comportamiento. Aunque el ser humano a pretendido desde hace algunas décadas
crear al humano-maquina, sin quejas y con una alta producción, que es lo que
todos los empresarios desearían, por desgracia para ellos, tenemos todos un
defecto, ser personas, y tener necesidades.
No se darían actualmente casos como los de ir a vender agua o
guiar a un ciego, no por lo menos con una mentalidad occidental como la mía,
pero sí el trabajar al servicio de alguien y no tener la remuneración
correspondiente, quizás incluso llegando a sentir, dichas personas o
humano-maquina como se les trata, alienación.
Que el hombre oculte, por vergüenza, la palabra esclavitud, y que
se haya proclamado su abolición como tal, parece un hecho surrealista, ya que
apreciamos todos los días, que las grandes fábricas de Oriente, privan de una
alimentación y sueldo a esos trabajadorcillos, también llamados niños.
No podemos hacer nada con las leyes de dichos países, y mucho
menos intentar imponer nuestras creencias en culturas que ni siquiera tenemos
el suficiente conocimiento de ellas para criticarlas. Pero existe la conocida
“Declaración de los Derechos Humanos” en cuyos artículos cuatro, cinco y
veinticinco recogen estas palabras.. “Nadie estará sometido a esclavitud ni
a servidumbre, la esclavitud y la trata
de esclavos están prohibidas en todas sus formas. Nadie será sometido a
torturas ni a penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes.” “Toda
persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure, así
como a su familia, la salud, el bienestar, y en especial la alimentación,
el vestido, la vivienda, la asistencia médico.” Ahora bien, y sabiendo que
dichos Derechos están redactados en 1948 en París, y que el pobre Lazarillo
aquí parece no tener vela, deberíamos pensar todos por un momento, la doble
moral impresionante que tenemos, al ser capaces de aceptar esto por escrito y
no llevarlo a la práctica. Todos tenemos derecho a ser tratados de igual modo,
indistintamente de tu procedencia, creencias.., también recogido en los
Derechos Humanos en el primer y segundo artículo. Y así podría seguir, pero el
articulo 28 de esta Declaración es el más, ¿difícil de cumplir? Bueno, con
nuestra doble moral sí, y sí, me incluyo porque mientras yo estoy redactando
estas lineas en mi fabuloso portátil de 15.6'' (pulgadas), un niño hace cuatro
años estaba encajando piecita a piecita este ordenador. O supervisando desde
las 4 de la mañana que todas las maquinas funcionasen correctamente para
hacerlo. Bueno, el dicho artículo dice, “Toda persona tiene derecho a que se
establezca un orden social e internacional en el que los derechos y
libertades proclamados en esta Declaración se hagan plenamente efectivos.”
Observo, que todos debemos creer que esto sería en un mundo
utópico, ya que el llevarlo a la práctica parece que no va con nosotros.
linda reflexiòn. La esclavitud existe y està escondida.
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