11 de julio de 2014

Día 107.

No sé si me estás echando de menos, pero ojalá lo estuvieras haciendo.

Los días pasan tan rápido que ya ni siquiera recuerdo tu nombre. Ni como gemías en mi almohada. 
Las noches ya no huelen a rosas rojas y tu boca ya no sabe a mi carmín rosa, sino a Bourbon barato.
Podría distinguir esa silueta en cualquier lugar y tú ni siquiera sabrías que te estoy mirando.
Te he visto sonreír demasiadas veces después de irte, pero podría arriesgarme a decir, que tu mirada me echa tanto de menos que eres incapaz de verme sin hundirte en la más absoluta tristeza. 

Lo siento, 
no sé cuando tengo que parar de escribir.


Deberías saber que por encima de todo y solo por debajo del amor está tu nombre. Y no sé si eso es bueno o malo.