28 de diciembre de 2011

366 si es bisiesto. ¿Te acuerdas?

Pásate por mi oficina para que recojas el resto de las cosas que te dejaste ayer allí. ¿Qué cosas? ¿De qué hablas? Sí, ¿no te acuerdas que ayer me viste? Ya, lo sé. Pues ya esta, es una orden clara y concisa. Pero.. No, no quiero peros. Pero es que tu no tienes oficina. Parece que no entiendes las cosas si no te las digo claras.
Hablo de que vengas a mi casa, a mi cuarto, como lo hiciste ayer, de que recojas ese mechero que se te quedo por "error" y que me digas: 'me falta algo' y yo conteste: '¿el qué?' Y me mires y digas: 'Tú.'
Hablo de que me digas, ven conmigo. Y de que me lleves lejos, donde no conozcamos a nadie. Donde rompamos la monotonía todos los días, donde lo que predomine sea el olor de tu champú y mis miles de trastos encima de la mesa.
Hablo de irnos. De ser grandes. De no seguir aquí, con la misma gente.
Hablo de fugarnos. Dos días. Una semana. Un mes. Un año. Una vida.
Hablo de llorar y reír. De mirarnos y saber que piensa el otro aun estando lejos de todo y de todos.
Hablo de ti y de mi.
Hablo de nosotros.
Hablo de querer que sepas que te quiero, 365 días al año, 366 si es bisiesto. ¿Te acuerdas?

De las que no te esperas ni de casualidad.

Me siento ridícula en la inmensidad del planeta. Y más aun si empezamos a mirar que la Tierra es un planeta de un subconjunto, de otro subconjunto.. y así infinitas veces hasta llegar al universo.
Me siento ridícula cuando me creo alguien conocido, y después llego a mi casa, y todas las caras que me cruzo en el ascensor son nuevas para mi. Y eso que vivimos en el mismo sitio.
Parece mentira que seamos siete mil millones de personas en este planeta y que como mucho conocemos las caras de quinientas.
Y que de esas quinientas hablemos con diez. Y que de esas diez, te quieran de verdad dos. 
Cerrar los ojos todas las noches, con el miedo de saber que algún día desaparecerás y si no te llamas Bill Gates o Stephen Hawking, y si me apuras Sheldon Cooper, nadie va a saber que pasaste por aquí, que pisaste este planeta, que intentaste hacerlo lo mejor posible. 
Nadie sabrá, que en el primer trimestre de mi ultimo año de la ESO, era un 7.44, que tuve un blog, que intente escribir un libro, que con 15 años solo por curiosidad intente aprender catalán y que de pequeña quería que me regalaran PlayMobils y no cocinitas.
Nadie sabrá, que en este mismo instante tengo un miedo atroz a levantarme y no volver a verte. Por eso, cuando estás cerca, te abrazo, te pego, te estrujo y te muerdo, porque me encanta sentirte, así, tan cerca de mi. Tan "que no te irás nunca y que estaremos siempre aquí, juntos". 
Caería en picado todos los días en tu cama, entre tus sábanas, no queriendo salir, ni falta que me hace. Abrazando cada milímetro de tu piel. Pasando una y otra vez mis dedos alrededor de tu ombligo.
Y que nos fundamos en uno.

-Ponte cerca. -¿Más? -Hasta que no sepamos donde empieza y termina cada uno.

Vale, ¿y ahora qué? Ahora, dejas que te sorprenda cada día, cada mañana, con un beso, como si fuera el primero, ahora me dejas caer a tu lado, en redondo y quedarme contigo. Para el resto de tu vida. De mi vida. De nuestras vidas. 

Y no te vayas. Por favor, no te vayas nunca. Porque quiero regalarte cada día una sonrisa, no de esas monótonas que ya sabes a que instante del día va a pasar, si no de las que no te esperas ni de casualidad.

25 de diciembre de 2011

Un helado con sabor a nubes.

Parece mentira que puedas hacer que mi día cambie con una sonrisa.
Sé que sabes, que me encanta mirarte. Me encanta ver esos ojos de color indefinido que tienes. Podría pasarme el día acariciando tu pelo, y estando entre tus brazos y no me cansaría. Me basta con que me sonrías para saber que todo esta bien. Que todo va bien.
Hay días en los que quiero poner el mundo a tus pies, y regalarte el cielo. Hay días en los que quiero conseguirte un helado con sabor a nubes, y agua vía Marte.
Hay veces que fabricaría el sitio ideal. Nuestro sitio ideal. Es entonces cuando me doy cuanta que ese lugar perfecto es siempre que estoy contigo.
Serán las fechas, pero me noto más ñoña de lo normal. Pero bueno, sabes como va a acabar esta entrada, ¿no?
Regalándote una y otra vez mil y un te quiero(s).

20 de diciembre de 2011

Atte: Tu conciencia.

Pensó que lo había hecho bien. Que nada más lejos de su patosismo habitual, esta vez si había salido bien. Parece que no. Salió completamente segura del escenario, con pie firme, y sin nervios ya. Pero bastó solo una persona para que cambiara su pensamiento por completo. 
Todos sabemos que bailar no es lo de ella. Que absurdo entonces, ¿para qué actúa si no se le da bien? Bueno, cosas de profesores. 
Pensé, por un momento, cuando la vi salir del escenario en ir a abrazarla. Realmente el manto que la abrazó fueron las críticas. 
Vaya, pensaba que iba a decirle algo como "que bien lo hiciste", y no reírse de ella en la cara. Lo siento, pero no, no sienta bien.
Parece mentira lo que estaban viendo sus ojos. Bueno es una, solo una, hasta que llegaron las demás. 
"Está lo malo, lo muy malo, lo pésimo, lo peor, y después tu." Gracias. ¿Y qué más? ¿Alguien tiene otra cosa que añadir? Como no! Pues claro que sí. "Arrítmica." Vale, ¿ya? Quiero seguir contándoos. 
Normal, que tras esto salga a llamarlo llorando. No es para menos. El gran esfuerzo que hizo, saliendo, tragándose los nervios, y todos los comentarios.. No es para menos la desilusión. 
Pero bueno, sinceramente, y ella lo sabe yo creo que lo hizo muy bien. 

Atte: Tu conciencia.

15 de diciembre de 2011

Inchados, tristes y cansados.

No había parado ni un instante de llorar. Sus ojos inchados, tristes y cansados hablaban por ella. Parece que algo rompio su armonía diaria. No me gusta verla así. No sé, no se parece nada a la sonriente muchacha que conocí hace ya quince años. Ya debería estar acostumbrada, a verla de tal forma.. pero no puedo.
Le encanto que llegará y la abrazara. Lo necesitaba, realmente era lo unico que le hacia falta. No suele ser así, no con esos temas, no suele mostrarse en llanto vivo, pero confiaba tanto en él, que no le importo que la viera en tales condiciones.
"Abrazala y no la sueltes, necesita de tus brazos, de tus besos, de tu cariño.."

11 de diciembre de 2011

Ahora lo que quiero es hacer que me quiera..

+¿Y qué vas a hacer ahora?
-¿Ahora? Ahora quiero vivir el momento a su lado. Quiero que por las mañanas lo más que le guste sea tenerme al lado, y que rodee con sus manos mi espalda. Ahora quiero despertarlo cada amanecer con un beso, de esos que no sabes cuando va a acabar. Ahora quiero abrazarlo a cada atardecer para que no se sienta solo. Ahora..
+¡Basta! Ya sé lo que quieres..
-No, realmente no lo sabes. Quiero que piense en mi, que no se olvide de que existo, que sepa cuanto lo quiero. Quiero que sepa que lo quiero siempre a mi lado. Que lo necesito, ahora lo que quiero es hacer que me quiera..

Es como si nos hubieramos estado esperando.

Sinceramente no pensé que fueras a aparecer nunca, que eso no estaba destinado para mi. Yo soy de las que acompañan, de las simpáticas, de las que se convierten en mejores amigas, la tipica muchacha de la friendzone para que me entiendas. Pero un día llegaste y rompiste todos mis esquemas, todas mis falsas creencias. 
Me encantaste desde el primer momento. Desde que cruzaste esa puerta blanca, y miraste hacía todos lados en busca de tu sitio. Jovén caminante con una maleta vieja de cuadros. 
Al principio no podía ni siquiera mirarte, ni preguntarte, pues eran tales los nervios que me sumia por completo en ellos. Y me encantaba verte, aunque solo fuera una vez por semana. Era como "el premio" después de siete días interminables. Vale, que ni siquiera me atrevia a preguntarte tu edad, y no ir más allá de CC, pero yo que sé. Eras como para Thais. Como lo que siempre habia querido, y nunca, ni siquiera de cerca, habia aparecido. 
Me seducia tu mente, tus ideales, lo poco que se dejaba mostrar, y lo que aparentabas ya era un mundo. Vale, que ni siquiera me sabía tus apellidos. Pero era como si nos hubieramos estado esperando, desde hace mucho tiempo. 
¿Sabes que es lo mejor? Que en este momento estás a mi lado, no solo figuradamente, si no literalmente también.

4 de diciembre de 2011

Que te quedes un rato más.

Me crispas, te chillo, me ignoras, te pego, nos irritamos, pero me sigues encantando. Pero sigo queriendo abrazarte a cada instante. 

No se si es por las fechas, o por el día, pero estoy más tonta de lo normal. Y quiero cogerte la mano y a la vez empujarte y que vengas corriendo, con una de esas caras que me pones en plan "te voy a dar", y que me comas a besos. 

Que me busques. Que te mire. Que nos desnudemos con la mirada. Que te quedes un rato más. Y que no me dejes sola. Que soy una egoísta, que no te quiero compartir.

Llámame lo que quieras. Esta noche soy toda tuya. Atrápame para siempre. Entre tus brazos. Entre tu regazo. Hazme soñar como nunca antes nadie lo ha hecho. Y después despiertame y dime que no es mentira, que estás a mi lado. 

30 de noviembre de 2011

¿Y si hacemos un viernes astromántico?

Es como cuando te contradices y me sigues gustando cada vez más.

Es como cuando me dices siempre y para toda la vida. Y asiento con la cabeza, sin titubeo.
Porque no lo puedo dudar, porque es lo que quiero.

Me chillo, me grito, me insulto, me lloro, me hablo, te pienso y me entiendo. Y todo porque eres mio, porque estás aquí y nunca he tenido algo tan valioso como tu.

Y nunca he tenido nada, y de la noche a la mañana apareciste, y te convertiste en todo. Y me gusta. Y me asusta. Porque hay cientos como yo, más y mejores.

Pero una fe ciega, no solo me hace seguir, me hace creer. Believe in you. 

26 de noviembre de 2011

Permiteme echarte de menos.

¿Me permites echarte de menos? Y en el silencio, cuando nada más que mi voz interior se oye, que aparezcas. Y apareces, siempre apareces. Cuando el miedo me impide seguir, cuando no quiero estar sola, lo único que tengo que hacer es cerrar los ojos. Pensar en ti. Soñar. Soñar que te abrazo. Soñar que te beso.
Me haces compañía en las noches. En estas noches frías de invierno. Me haces falta. Sé que no es lo mismo imaginarte, dibujarte, evocar tu presencia en mi alma.. Y pensarte. Mucho. Tantas veces como horas hay al día. Que absurdo todo esto, si te tengo para mi. Pero me gusta cerciorarme de que no es lo que tanto añore en noches vacías, entre sueños rotos. Me gusta comprobar que estas aquí. Que apareces sin más. Que no tengo porque pedirlo. 
Quizás por eso, quiero que me permitas echarte de menos.. para saber que no es un sueño que estás aquí.

23 de noviembre de 2011

Y nadie me pudo frenar.

Como cuando te aparecías sin habértelo pedido. Y venías sin avisar e intentabas hacerme caer de nuevo, una y otra vez en tus redes. Para en cualquier momento volvérmelo a hacer, dejarme atrás, pensando que me quedaría quieta otra vez. Pero esta vez, me eche a correr y escape, y nadie me pudo frenar. Y salí al fin. Y ya no me hipnotiza tu mirada, y tus versos pasados son ahora gritos de espanto. Y lo pude encontrar, a ese especial. Vi como al final fue mejor huir que esperar.




20 de noviembre de 2011

O una gramática previamente organizada.

Me gustan estas noches, en las que pasan las horas y parece que el tiempo no avanza. Me gusta buscar respuestas, a algunas de las miles de preguntas que tengo diarias, mientras escucho alguna pieza de Debussy. Me gusta, ver toda la calle mojada, empapada tras la lluvia.
Es acogedora esta cama desde donde estoy escribiendo. Cierro los ojos, no porque tenga sueño, si no porque me gusta imaginar todo lo que puede pasar de ahora en adelante. Aunque suelo improvisar. Que no este todo pensado.
No me había parado nunca a escribir así, tan espontanea, sin pensar si uso, un vocabulario correcto, o una gramática previamente organizada. Tal vez solo tenia ganas de escribir un rato, alguna estupidez sin importancia. Creo que me voy a ver la tele. Buenas noches a todos, hasta mañana.

19 de noviembre de 2011

No sé por qué pero para mi, ninguno es un defecto.

Eres inteligente, atractivo y compacto.
Eres simpático y sarcástico.
Eres ingenioso, entrañable y adorable.
Eres odioso y admirable.
Eres cautivador, elegante y rebelde.
Eres seductor y tentador.



Eres mio..



17 de noviembre de 2011

Como cuando te dibujaba entre mis sábanas.

Viene sin imaginarmelo y me arropa en mi cama, se acuesta a mi lado, posa sus manos en mi vientre, y noto su aliento en mi cuello. Dejo de pensar como hubiera sido el momento en el que llegaras a mi cama, porque ya estás aquí. Increíblemente perfecto. 
Tras unas vueltas para encontrar la posición correcta, caigo rendida sin más entre las sábanas y tus brazos. Y en un momento despierto, y te siento, y sé que te tengo al lado, y que no es mentira, y que no es otro sueño, como cuando te dibujaba entre mis sábanas, ahora ya estás aquí, a mi lado.
Y girarme de tal manera, en la cual acabemos fundidos en un abrazo, de esos que siempre recordaremos, de esos que no se olvidan.
Y seguidamente empiezo a jugar, recorriendo con mis dedos todo tu cuerpo.
Y te sonrió, y me sonríes.
Y todo dentro de mi cama, entre estás sábanas, en las cual aun yace tu aroma.

10 de noviembre de 2011

Era un querer salir corriendo.

Nunca debió reaccionar así. Puede haber miles de tópicos en los que se dice que llorar es de débiles, y de personas sumidas en la tristeza. Pero ella no era de estos casos. Lloraba porque lo tenía, entre sus brazos, abrazándolo fuerte, y sin separarse de él, buscando la razón de por qué estaba allí, junto a ella. Lloraba de felicidad, y de rabia. Nunca entendió porque tan poca confianza en sí misma, en estos aspectos. Lo necesitaba, a él. Y lo echaba de menos al despedirlo, cuando ni aun siquiera se había dado la vuelta, lo echaba de menos, y lo veía irse, caminar con ese paso firme, que lo hacía destacar entre los otros. Era un querer salir corriendo detrás de él y no poder, agarrarle de la mano, y que se parase, y la mirase, fijamente,  mientras el tic-tac del reloj se detenía. Y que en un instante se desvaneciese en el suelo, no por un sentimiento de tristeza, si no de no querer separarse de él ni un solo momento. 

6 de noviembre de 2011

Adiós Mónica. Parte IX.

Era eso. Eso es lo que le hacía falta decirle. Porque ya no te quiero. Al acabar de pronunciar la frase, se hizo un silencio. De esos que no sabes cuánto va a durar, ni siquiera sabes si va a acabar. Se desplomo en el asiento, la rabia no la dejaba reaccionar. Mientras el recogía las pocas cosas que había llevado y se marchaba por la puerta de la cafetería. “Adiós Mónica”.
Y justo unos minutos después ya le estaba llamando. Para preguntarle porque se había ido, porque la dejo así, nunca lo había hecho. “Te repito que ya eres una más.” Y colgó la llamada, y fue a la agenda y borro su número, de una vez por todas. Ya no le hacía falta. Acto seguido llamo a su enana. Y le conto todo lo que había pasado. “Déjame verte.” Es lo único que supo responderle. Poco después estaban, donde el cumple y los domingos astrománticos. Se acerco, y lo abrazo, como nunca antes lo había abrazado. Y de su desgarrada voz solo salían pequeñas frases, “gracias, por no haber dado marcha atrás, por seguir aquí a mi lado, gracias por todo esto…” Dejo de hablar. Las palabras a veces sobran, y muchas se las lleva el viento. Nunca los vi tan unidos, como ahora. Parece que a veces deben haber tormentas para saber cuando realmente sale el sol. Quizás solo se trate de uno de tantos momentos que les quedan por vivir. Habrá mejores momentos, y peores, pero estaban dispuestos a superarlos. Dejadme deciros que no acabo ahí. Esto es de lo que no se debería contar…
“¿Me perdonas? ¿Por qué? Por no haber sido claro desde el principio con ella, y decirle que te tengo a ti. No importa. ¿De verdad? En serio. La que te tiene aquí y ahora soy yo.”

Adiós Mónica. Parte VIII.

Discutieron de una forma atroz, y de lo más violenta. Le explico que ya no volvería a mirar atrás, que no volvería a mirar por ella. Que ha conocido a alguien, que aparentemente le llena. Que lo abraza en las noches frías, y lo arropa con su cuerpo a modo de manta. Y lo besa. Y la siente. Y le gusta. “Y no se parece a ti, que ya no sé en qué clase de persona te has convertido. Eres de lo más monótona, has cambiado tanto que no creo que te reconozcas ni tú misma frente al espejo. Que me lo has hecho pasar mal, muy mal, pero ¿sabes qué? Que no te guardo rencor. Pero ten por seguro que ya no volveré a por ti. Te espere durante mucho tiempo, y aunque no lo creas lloré y soñé con esos abrazos que nunca me diste, con esos besos en los que siempre era yo el que te los robaba, soñé con cada parte de tu ser, con tu manera de sonreír, y con ese humor casi inexistente que tienes. Soñé una y otra vez con que te dejarás de una vez querer por mí. Con que volvieras. Con que fuera yo lo que buscabas, y que en otros no encontrabas. Pero se acabó. Porque hace meses que todo esto se esfumo. Hace meses que ya no siento nada al mirarte. Ya no tienes tu algo que me hace quedar hipnotizado. Ya no tienes esa gracia, ni esa chispa que me hacia prendarme de tu ser. Para mí ya eres una más. Una muchacha más, que al pasar por mí siento indiferencia. ¡Porque ya no te quiero!”

Adiós Mónica. Parte VII.

No sé cómo consiguió mi número, pero lo hizo y me cito. Sabía que la conocía desde tiempos inmemoriales. Me resolvió todas las dudas que ella tenía. Y comprendí de una vez por todas por qué ella se sentía así. Pero, no tenía ni la más mínima razón, pues él no quería nada con la otra desde hace meses. ¿Cómo? Sí su magia ya no le hace efecto, desde que apareció una enana en su vida. Su enana. Y no hay día en que no se acuerde de ella.
La otra es su pasado, su bonito pasado, o no, no lo sé. No quise entrar en detalles, tampoco lo conozco para eso. Pero me dijo que ahora la única que le importaba era ella, es su presente.
“Me gustan, sus locuras, su manera de mirarme y sonreírme, me gusta cuando me pone nervioso, y no controla esos impulsos que la llevan a besarme de tal manera que me deja sin saber qué hacer.
Y no entiendo cómo se pregunta si soy capaz de cambiarla, creo que la respuesta es evidente.”
Más que evidente. Notaba una sinceridad plena en sus palabras. Pero quedo con la otra, una vez más para aclararle que ya no podía haber nada entre ellos. ¡Qué se acabo! ¡Qué él ya no te espera más! Lo único que me pidió, discreción, no quería que se ella se enterase. Le dije que no diría nada. Y así lo hice. 

Adiós Mónica. Parte VI.

Ha quedado con él. Donde siempre. Donde el helado de cumpleaños. Una cómica historia esa. Él día después del cumpleaños de este chico, ella le compro una tarrina de helado, unas velas y unos globos. Pero no las típicas velas de los numeritos, no, sí no de esas que tienes que soplar una barbaridad para que se apaguen, de las finitas, que vienen cientos en un paquete. Lo preparo todo en unas escaleras por fuera de su casa. Lo llamo y cuando salió, cumpleaños feliz, cumpleaños feliz… ya os sabéis el resto. Pues, quedaron en ese lugar. El domingo al atardecer.
Hoy es domingo. Fue completamente desarreglada y mientras se acercaba al lugar, los ojos se le rayaban cada vez más, y su ser se estremecía. Lo vio de lejos, caminado hacia ella. Aceleró su paso y se abrazo a él, y empezó a llorar, pensando que era la última vez que lo iba a abrazar. No entendía por qué lloraba. Él no había hecho nada. Le seco las lágrimas, y la llevo hasta las escaleras. Para su sorpresa, esas escaleras grises, y sucias, estaban llenas de pétalos, y había velas por doquier. Cayó al suelo, dejándose deslizar entre sus piernas y acabando sentada de una forma un tanto peculiar. Se puso las manos en la cara, intentado secar las miles de lágrimas que caían de esos ojitos achinados marrones que tiene. “¿Te gusta?” No le gustaba le encanta. Se sentó en el suelo con ella. Le paso el brazo por encima, despejo su cara, y la beso. Sin decir ninguna palabra, no hacía falta.
Pasaron varios minutos hasta que supo cómo reaccionar. Gracias. Hay veces que resulta de lo más seca, pero no era este el caso. Ese gracias, contenía más de mil sensaciones. De repente su llanto pasó de ser de tristeza a convertirse en felicidad. Ya no quería preguntarle nada sobre la otra, no importaba. ¿Me escuchas? ¡No importas! Y no era el momento, se transformo todo en uno de esos que no serias capaz de olvidar. Anocheció, y salió la luna. Una de esas lunas llenas en las que él está presente. Y se convirtió en un domingo astromántico.
Cosas como esa  hacen que sus miedos se esfumen, y se dé cuenta de que no la cambiaría, ni por ella, ni por nadie. 

5 de noviembre de 2011

Adiós Mónica. Parte V.

Me encanto hablar con ella, no saque nada en claro de porque hacia un par de semanas que no hablábamos, pero me encanto que me lo contará todo. Parece que vuelve a confiar en mí, aunque sí alguna vez lo dejo de hacer, no sé qué motivos tendría.
Creo que eso fue todo lo que hablamos, y si no todo, la mayor parte. Fue una buena tarde sin duda.
Esta mañana me ha llamado. Llorando. Se me estremeció el alma al oír sus llantos. Odio verla llorar. Y que lloré de esa forma conlleva a que este triste, y que haya pasado algo de tal calibre que no pueda controlar. Estuvimos hablando un buen rato. Apareció su ex, la ex de él, “reclamando lo que es suyo”. Y no para de llamarlo, ni de enviarle mensajes, lo acribilla a indirectas, habla mal de ella sin razón, y ella tiene miedo, mucho miedo. ¿Y si se lo lleva? ¿Y si la cambia por ella? ¿Y si la olvida por qué ya la otra está de vuelta? Me da miedo, sí, a mi me da mucho miedo esta situación. No quiero que vuelva a encerrarse en sí misma como hace meses. Le he dicho que hable con él, creo que es lo mejor. Pero cree que ya ha sucedido. Que ya se han besado, que se ha deslizado por todo su ser…
A veces pienso que se precipita en sus veredictos. Que no razona lo suficiente. ¡Pregúntale! Antes de empezar a llorar. Dile que si te cambiaría por otra, por ella. Él le cuenta cuando queda con ella. No es que le importe, bueno, sí, sí que le importa, a la vista está. Ella no es una amiga más. No, no lo es. Alguien a quien le has dado todo, no es una amiga. Y le duele, y se calla.
“Y sé que a veces piensa que, que está haciendo conmigo, que soy una enana.” No puede volver a ser lo que era. No quiero. No se lo permito. ¿Otra vez esa chica depresiva? No. Me colgó. Así, en pleno llanto. Quizás necesite reflexionar. 

2 de noviembre de 2011

Adiós Mónica. Parte IV.

Ni por un solo segundo se le escapo su nombre. No tengo ni la más remota idea de cómo se llama. Pero eso no importa, ni lo más mínimo. Me conto como paso todo. Y porque era uno de esos “amores mal vistos”. Es mayor que ella. La gente no lo entiende. Nadie llega a entender como él es capaz de sentir algo por ella.
Creo que nunca entenderé lo de la diferencia de edad. Sí la hace feliz, ¿qué más da? Si se gustan, si sus cuerpos al sentirse se hacen uno. Si cada día que pasa a su lado es mejor. Sí la entiende, si la escucha, si la abraza, si la busca, si se preocupa y todo por ella. ¿Qué más da?
También se que tiene miedo. “Tengo miedo de que venga otra y me lo arrebate. Que se encapriche de él y todo lo que quiera sea quitármelo. Y me asaltan miles de dudas. Todos tenemos un pasado. Creo que esto lo hace mi subconsciente, únicamente para fastidiarme. Pero después lo miro y todo cambia. Me rompe completamente con sus ‘me gustas’ inesperados y sus besos robados. Vale, lo reconozco, me encanta.”
Él era quien la acompañaba, cuando se sentía sola. Quien la abrazaba y quien la besaba sin medida. Sé daba cuenta de cuan especial era para ella, cuando físicamente y espiritualmente estaba sola. Y solo tenía que cerrar los ojos, y verlo a su lado. Y notar su calor.
Hace unos meses era una persona completamente diferente, quizás era una mala etapa. Excluyendo a la familia, sentía que verdaderamente nadie la quería, que a nadie le importaba. Supongo que no le gustará que cuente esto pero, se pasaba los días llorando, encerrada en su habitación, sin decir nada. Queriendo gritarle al mundo, y preguntarle todo lo indiscutible.
Tuvo una de esas etapas, en que no conoces a nadie nuevo, no sales, te rechazan por tus preferencias, te excluyen sin más, y no sientes apoyo. No hacía más que estudiar, y crecer. Hacerse mayor de repente.
La recordaba riendo a carcajadas, por cualquier cosa. En esa época le intimidaba todo lo externo a ella. Hasta que un día sin más. Se acabo. Se acabo todo eso. Y volvió a sonreír, y sus días ya no eran grises, y salía el sol. Y un día de lluvia, era porque “algo” quería hacerla sentir como Gene Kelly.
Se volvió de un positivo irritante. De un todo pasa por algo. La conozco hace tanto, tanto tiempo que he vivido todos sus estados de ánimo. Sus alegrías, sus penas, sus rabietas, sus enfados… TODO. Y nunca me arrepentiré de haberlo vivido con tanta intensidad.
Sé que en cuanto a relaciones, ninguna le ha salido bien. No llegan ni a considerarse eso. Por eso creo que valora tanto a este chico, del que tanto habla. Porque en dos palabras la hace volar. 

1 de noviembre de 2011

Adiós Mónica. Parte III.

No dejaba de mirar su teléfono, como una niña desinquieta. No parecía que quisiese irse de allí, pues cuando me vio me abrazo de tal forma que me quede anonadada, y solo supe devolverle el abrazo. Le pregunte porque lo hacía, me dijo que solo miraba la hora, una de sus manías. Deberías llamarlo. Le dije con una total indiscreción. Me contesto que no era eso, simplemente que lo echaba de menos. ¡Lo sabía! Sabía que no era la hora. Él también está pensando en ti. Aunque no lo creas, él también está mirando el móvil para ver si lo extrañas y le das una perdida, o un simple mensaje. Me miro, cogió su teléfono y se puso a escribir. Al acabar me dijo “Gracias, era lo que me hacía falta.” Siempre esperaba a que fuera él. No quería resultarle pesada. Me enseño el mensaje, muy corto pero si se manda a la persona adecuada conmovedor. “Te echo de menos.” Fin. Eso era todo. Pero más que suficiente. Guardo su móvil, y me siguió contando.
Me emociona tanto. Esa euforia, tan equivalente a su ternura al decir las cosas. No deja de sorprenderme. Nunca ha dejado de hacerlo. Me enternece simplemente cuando me decía cosas como “Todo es diferente con él. En serio, verdaderamente me hace sentir como si fuera la única que le importa. Aunque en realidad no creo que sea así, pero me encanta pensarlo.” Sabe que es la única. Se engaña creyendo que no. Es muy sensible. Aunque a veces parezca todo lo contrario, y disimule, le encantan las ñoñadas como a la que más. Se nota que le gusta cuando él esta cursi. Porque la embriaga entre palabras. Le gusta cuando se cuela entre sus sábanas, cuando la abraza, y la engaña robándole un beso. Le gusta cuando le sonríe, y le repite que le gusta, le gusta ella, con sus más y su menos, con sus miles de defectos, entrañables defectos, con sus fobias raras, y sus miedos descomunales por cosas sin sentido, le gusta cuando lo hace sentir en una nube y que nada más importa, cuando pasa horas y horas con ella, y parece que el tiempo vuela.

30 de octubre de 2011

Adiós Mónica. Parte II.

La llamé. Y cuando me cogió el teléfono fue de las mejores sensaciones que he tenido. Oír su voz. Su dulce voz. Es extraño, eso de la voz. Cuando las cosas le están yendo bien tiene una voz tierna y entrañable, pero cuando su enfado es constante o simplemente tuvo un mal día, esa voz se convierte en algo tosco y grotesco. ¡Y después piensa que no la conozco! Pero también me resulto extraño. Esa amabilidad después de semanas. Me trato con todo el cariño que podáis imaginar. Creo que intenta evitar preguntas. Sí, esas de por qué tantas semanas sin hablarnos. La esperaba más seria. Más contenida. No importa, sabe que tenemos que hablar. En el fondo lo sabe. Evitaba continuamente en la conversación las palabras quedar, vernos y todo lo relacionado. Pero lo conseguí. Quedamos. Para un futuro inmediato. Muy inmediato. La noto más centrada. Quizás sea demasiado pronto para sacar conclusiones, pero suena mucho más centrada.

La vi ayer. Por fin. Por fin hablamos todo lo que teníamos que hablar.  Nos contamos todo lo que nos teníamos que contar. Me hablo de ella y de sus cambios. De sus días, de sus noches, de él. Me lo menciono mucho. Tanto que no se si estaba hablando con  ella, o directamente con él.

Me gusto la manera en que me relataba sus noches. “Suelo pasar las noches sola, noches frías, arropada con mantas que no abrigan, noches en las que solo pienso en dibujarlo entre mis sábanas, y que él entrelace sus manos en mi cintura, y mientras tanto rozar con las yemas de mis dedos su espalda.
Me encanta cuando lo tengo al lado, y se despierta en mitad de la noche para darme un beso, y sonrió. Y se aferra a mi ser en medio de la oscuridad, y no me suelta. Y me protege, y me encanta.”
Impresionante, era impresionante. La sinceridad con la que decía cada una de sus palabras. Era cierto. La tiene prendada, como hipnotizada. Y la miro, y sonrío. Y me sonríe, no porque me entienda, si no porque ya no hace otra cosa. No pretendía tampoco que lo hiciese, aunque en verdad creo que sabe todo lo que pienso, y con cada gesto todo lo que opino. 

24 de octubre de 2011

Adiós Mónica. Parte I.


Lo último que supe de ella es que se enamoro. De uno de esos amores imposibles. De esos prohibidos. De los que no están bien vistos. Lo veía cada semana. Y ya era incontrolable no ponerle esos ojitos encantadores. Era incontrolable centrarse. Estaba tan cerca pero tan lejos. ¿Cómo llamar su atención? Si ni siquiera pensaba que nada fuera a trascender. “Esto no llegará más allá.”- Se repetía constantemente. Y mientras sus ilusiones se desvanecían, seguía algo ahí dentro que decía ¡INTENTALO! Lo intentaba dejar pasar, pero eran más fuertes que ella, sí sus sentimientos. No podía parar de sonreír al verlo. Creía que él no lo notaba. Se equivocaba. Pero nunca le hizo un gesto más allá de lo habitual, era de esos que se disculpaba al tocarle la mano. Un poco atípico. Pero a ella le encantaba. No sabéis de qué forma. Como cuando sientes ese absurdo cosquilleo en el estomago al verlo. Ella sabía de qué iba eso. Le gustaba. Le gustaba todo lo relacionado con esos absurdos sentimientos y sus consecuencias. Nunca llegaré a entender como fue capaz de atreverse. Hasta tal punto de conseguirlo. Ella es de las que sonríe sin cesar, de las que atrae con su conversación y sus ideales. No se consideraba guapa, pero si inteligente. Tiene sus días malos, sus días buenos, como todos, pero esa picaresca chispa de sarcasmo la hace irresistible. Hay días que no la soporto, días en los que quiere creer que el mundo se le viene encima. Días en que solo piensa en ella. Odio cuando usa su tosca ironía para defenderse de esos mini ataques que le lanzo. Cree que no la conozco, y se equivoca. Cree que no confío en sus posibilidades, y se equivoca. Aunque tal vez no lo sepa, siempre he confiado en ella. Siempre he sabido que piensa en cada momento, y que va a hacer a cada paso que da. No necesariamente necesito que me busque. No me importa si se olvida de mí, o si solo pretende buscarme en malas etapas. En verdad, mi prioridad es ella. Y su felicidad. Creo que ahora lo es bastante. Por fin lo ha conseguido, aunque ni siquiera me ha llamado para darme las gracias. Últimamente anda de un lado para otro revoloteando entre la gente. No consigo tener una de nuestras conversaciones. Sí, ya sabéis a que me refiero. De esas conversaciones, largas y amenas, en las que nos contamos todo lo que está pasando. Creo que debería llamarla yo, si Mahoma no va a la montaña, la montaña va a Mahoma, y creo que esta vez será así.

Hay veces que la veo pasar a mi lado, y no gira su cabeza para saludarme. No la entiendo. Yo siempre he estado ahí. ¡Soy la de siempre! Yo no he cambiado. Tal vez, este creciendo muy rápido. Tal vez ella me ha dejado atrás. No quiero creerlo. Me creía una pieza fundamental en su vida. Parece que van cambiando sus prioridades. Pero sé, y estoy completamente segura de que se dará cuenta. Se dará cuenta, de que soy yo la que he estado, estoy y estará siempre. 

20 de octubre de 2011

Me mudo.

Creo que me voy a mudar a tumblr. Seguiré escribiendo aquí. Pero los mejores textos estarán allí (Aunque los publicaré en ambos). Gracias.
http://dondesoliamosestar.tumblr.com/

18 de octubre de 2011

Y que de una vez lo haga.

Días como hoy es en los que se acuerda de como le gusta, como le gusta ver la lluvia caer desde la ventana de su habitación, quedarse sin habla y solo oír como caen las gotas al suelo. Parece magico. Miles de gotas se desintegran en una fracción de segundo, y singuen cayendo sin parar. Le encantan estos días, en los que se enrolla en una manta, en su cama, y se queda allí quieta, viendo la tele o simplemente pensando. No sé lo que quiere hoy. Ha pasado el día sola. Completamente sola, de un lado para otro. Pero sin el típico deambulo que le corresponde. No ha sido un mal día, para nada. Es más, todo parece estar en armonía. Creo que lo único que necesita es sentirlo. Que se acurruque a su lado, la abrace y duerman juntos. Que cese el continuo dibujarlo entre sus sábanas y que de una vez lo haga.

16 de octubre de 2011

Me echara de menos.

Solo quería abrazarlo, besarlo. Solo quería sentirlo, aquí a mi lado. Sin nadie más. Y que me mirara y me dijera que no se iría. Y que si se va, que me echara de menos, porque realmente no sabe hasta qué punto lo extrañaré yo.


Mami.

Gente sorprendente.

Domingos.

No volverás a pasar un domingo sola..


15 de octubre de 2011

Dibujarlo entre mis sábanas.

Y no sabía cómo decirle que añoraba cada centímetro de su piel, y sus brazos rodeando mi cintura. Me encanta imaginarlo, dibujarlo entre mis sábanas, recorriendo con mis dedos su espalda. Susurrándole al oído una y otra vez, como me gusta esto.

Cinco minutos de realidad.

Lo vi en una de esas absurdas comedias románticas. Y mejor paramos y abrimos los ojos, porque llegará el momento en que no los quiera volver a abrir, y te tenga a mi lado siempre. Y si me despierto sé que no estarás aquí. Que esta cama parece inmensa cuando no la comparto contigo. Que las horas pasan lentas, muy lentas. Y cuando estoy contigo el tiempo me la juega y parece que esas horas son segundos que pasan en un tic-tac. Por eso tengo que abrir los ojos, porque me quedaré sumida en la perfección de tenerte siempre. Y apague la televisión. Y quise cerrar los ojos, y no despertarme. Y quise volar a tu lado. Pero no pude. Quizás porque prefiera cinco minutos de realidad a una vida de ficción.

14 de octubre de 2011

Eso es lo que pasaba a las seis.

A ella no le hace falta que la cuides, ni que te preocupes de si está bien o mal. No quiere que la pienses 25 horas al día. Ella no necesita miles de llamadas diarias, ni mensajes. ¡Ella lo que quiere es que la vengas a buscar! Y que la abraces. Y que se pare el mundo. Y que la sorprendas. Y que aparezcas cuando menos lo espere.. 


13 de octubre de 2011

Él aún no entiende por qué se marcho.

Y no la puede olvidar. Lo intenta con todas sus fuerzas, pero está ahí clavada, en su interior. No sabe como erradicar el dolor. No la puede olvidar. Y lo intenta cada día. Ya son muchos años. Realmente le marcó, hondo muy hondo. Todavía cierra los ojos y la ve abrazando su cuerpo en la más plena noche de luna llena. Pero los abre, porque ya no es un buen recuerdo. Ya no quiere saber de esas noches en las que ella lloraba en su hombro de felicidad por tenerlo al lado. Ya no queda nada de eso. Ella sigue ahí. Pero para ella él no significa nada. Se desvaneció tan rápido, que se quedo impresionado. No creía nunca que llegara a ser tan frívola. Y que los buenos momentos, todos esos momentos, se esfumaran, como de repente, como si fueran una simple calada. Y mientras tanto él, en sus noches, quiere que todo pase. Que se acabó, lo tiene más que asumido. Él lo que no entiende es por qué se marcho..

12 de octubre de 2011

366 si es bisiesto.

No espera mucho. Quizás nada. No quiere que la miren, ni que la busquen. No quiere que la llamen, ni que le manden mensajes. No quiere nada, o quizás lo quiere todo. Niega todo lo que desea con fuerzas. Ella es pura contradicción. Me encanta. A mi, personalmente me encanta que sea así. Con esa chispa diferente. Que no sabes si realmente quiere que hagas lo que dice, o que la contradigas en todo. Ella quiere que alguien sea capaz de adivinarla. De anticiparse a sus palabras. A sus pensamientos, que sepa que le pasa en cada momento. Que le sonría aunque haya sido un mal día. Que se alegre al verla. Y que la haga sonreír. ¿Para que más? Eso de los regalos, las fechas especiales.. todo eso esta sobrevalorado. Mucho. Ella quiere su sonrisa y su mirada, los 365 días del año, 366 si es bisiesto. No quiere nada en especial. Es de las que ve en lo "normal", lo espectacular.

42.

—¡Cuarenta y dos! —exclamó Loonquawl—. ¿Es eso todo lo que tienes que mostrar tras siete millones y medio de años de trabajo?
—Lo he comprobado muy minuciosamente —dijo la computadora—, y ésa es casi definitivamente la respuesta. Creo que el problema, para ser sinceros, es que no habéis sabido nunca cuál es la pregunta.

- The Hitchhiker's Guide to the Galaxy -

Good Smile.

11 de octubre de 2011

Oh capitán, mi capitán.

Gracias.

Una tarde "arreglable".



Ella tan solo busca su sitio.

No fue un buen día. No quería reconocerlo, pero no había sido un buen día. No pretendía ni siquiera que mejorase. La tratan como si fuera indiferente, y mientras tanto ella va teniendo muchos más miedos de los que ya tiene. Y se siente decaída. Y sin nadie que la ayude. Rodeada de gente, gente extraña. Gente que creía conocer. Ya no ríe. Ahora solo calla y observa. Es poca su articulación de palabra estas semanas. Pero no le importa. Esta aprendiendo. Aprendiendo de las personas. De quien se rodea, y si tan convenientes son para ella. Ella tan solo muestra su cara afable. Buena estrategia. Quien la conoce sabe que prefiere mimos y que estén pendiente de ella. Realmente es una enana, que no sabe de que habla, que no sabe quien es, y que tiene dos mil quinientas preguntas diarias. Podéis considerarla una caprichosa, egocéntrica y manipuladora. Podéis considerarla tonta y sin sentido. Podéis creer que no le importa nada. Podéis creer cientos de inventos sobre ella, o formar vuestra propia opinión errónea. Porque verdaderamente juzgamos sin conocer. Porque verdaderamente nunca se llega a conocer realmente a una persona. Porque necesitamos una vida, para saber quien hay detrás. Ella esta cansada. Ya no le importa mostrarse tal y como es. Se canso de su cara afable. De su estrategia. Ella solo quiere sonreír por cualquier tontería y que la acepten con sus miles de defectos y pocas virtudes. Ella esta siendo ella desde hace tiempo, aunque no os la toméis enserio. Ella solamente quiere aprender. Tiene sed de conocimientos. Y rabia cuando la frenan. Ella tan solo busca su sitio.

9 de octubre de 2011

Quedándome encerrada en un silencio inexistente.

Mis pies descalzos rozando el frío suelo, una luz tenue desde la ventana y una musica que incita a ser bailada lentamente. Es temprano. Ni siquiera se que hago despierta. Tengo ganas de hacer muchísimas cosas, y a las vez no tengo ganas de nada. Vuelvo a poner la misma canción y empiezo a cantar. Creo que es la mayor actividad que realizaré hoy. A solas. Es mi momento. Empiezo a pensar, y no quiero. Me gusta todo tal y como esta. No quiero que nada cambie. Se acaba, sí la canción. Y otra vez. Y otra vez me pierdo en mis pensamientos sin saber como continuar, sin saber lo que hacer, ni que decir. Quedándome encerrada en un silencio inexistente.

7 de octubre de 2011

Uno que se va y otra que no llega.

Uno que se va, otra que no llega. Uno que te acompaña, otra que que te hace esperar. Iba a seguir esta entrada, pero llegó.

5 de octubre de 2011

No tiene importancia. En verdad sí.

No lo sabía hasta que me toco de cerca. No lo sabía hasta que lo sentí yo. No lo sabía hasta que intentaron molestarme. No lo sabía hasta que lo consiguieron. No lo sabía hasta que solo quería abrazarlo en esos momentos. No lo sabía hasta que mis instintos homicidas salieron a flote. No lo sabía hasta que necesitaba oír su voz para volver a la calma. No sabía hasta un estúpido comentario, de una persona más estúpida aún, me fuera a afectar. Que me da igual.. En verdad no. No sé. No tiene importancia. No es nada relevante. ¿Hacemos una cosa? Olvidemos que escribí esto.


4 de octubre de 2011

Lentos, sin prisas.

Y ahora me entra sueño. A las 21.35 de la noche. No es posible. Los ojos se me cierran, mi parpadeo es lento y ya casi mi cuerpo no se mueve. Más de cinco intentos fallidos por levantarme apartar las cosas y dormirme. Dormir, dormirme que bien suena. Necesito descasar. Lineas que escribo con los ojos entre cerrados. Lineas que no se si se leerán y que son de mi estado actual que quedará en el olvido. Lineas que no sé si tienen algún sentido. ¿Oís eso? Es el sonido de mis latidos, lentos.. sin prisas. Totalmente en reposo. Creo que me voy a dormir. Alguien me puso anoche el despertador a las 4.15 de la mañana, y me hizo despertarme. Buenas noches a todos. Hasta mañana.


1 de octubre de 2011

Es peor de lo que esperaba.

Hola, hoy escribo desde otra isla. Sí, desde la Gomera, esa chiquitita que hay al lado de Tenerife, en el Archipiélago Canario, pues desde ahí. Hace un par de horas que he llegado. No es que me mude, ni nada parecido, estoy de fin de semana. La verdad es que esto es peor de lo que esperaba. No hay nada que hacer, lo más entretenido que he hecho a sido ir a comprar el pan. Después de comer, y de conectarme un rato, me eche en un sofá-cama que hay. Y me deje dormir. Me desperté hace un rato. Después de un día de lo más monótono, alguien me despertó de mi siesta. Mi larga siesta de dos horas. Alguien cual grito de guerra fue "despiértate o te seguiré mandando whatsapp hasta el fin de los días". No sé. No me lo esperaba. Pensé que nadie se acordaría de mi. Que me tendría que despertar yo sola, por propia naturaleza. Pero no. Me pregunto que si estaba enfadada por haberme despertado. ¿Cómo estarlo? Con alguien que se acuerda de mi. ¿Cómo estarlo? Con la única persona que he hablado desde hace cuatro, cinco horas. ¿Cómo estarlo? Con alguien que te hace sonreír, tan solo con su forma de mirarte. Mañana ha estas horas estaré en mi cama calentita, con una bolsa de lacasitos y mi viejo portátil al que no le funciona la "F". Pero no importa. Claro que no importa. Porque estaré en mi isla. En mi pueblo. En mi barrio. En mi calle. En mi edificio. En mi casa. En mi cuarto. Y no me sentiré una extraña. Estas situaciones no me gustan nada. Me siento incomoda. Pero bueno, una noche solo una noche. Noche en la cual estoy oyendo a una orquesta tocar, una y otra vez la misma canción. ¿No tenéis más repertorio? Me frustro. Tal vez es hora de que acabe esta entrada. De hecho, la etiqueto, y voy a otra cosa. Buenas noches a todos los que estáis en vuestras casas en estos momentos, y los que no.. ánimo, solo es una noche..
Mientras tanto en un mundo paralelo Thais esta en su casa ordenando su habitación.

PD: Esta entrada había quedado mejor, mucho mejor. Pero no se por qué, no se publico antes y en borradores no se guardo bien y tuve que reescribirla.

28 de septiembre de 2011

Es lo normal.

¿Qué es normal? ¿Qué es lo normal? ¿Quién dicta que lo normal es que todo sea equivalente? Quiero una definición que me convenza de lo que es normal o normalidad. Vamos a buscarlo en un diccionario a ver que tal. Según la RAE, uno de sus significados es "Que sirve de norma o regla." ¿Quién ha establecido una norma hacia la normalidad? ¿Hacia lo normal? ¿Por qué lo normal es que un niño pinte el cielo de azul y la hierva verde? ¿Estaría mal que cambiará los colores? ¿Por qué no puede ser así? Esto no es realmente la idea que quiero expresar, porque lo de los colores del cielo y demás están dictados por la naturaleza. Pero por ejemplo, ¿por qué lo normal es "la niña+rosa+muñecas" y "el niño+azul+coches"? ¿Por qué? ¿Quién lo ha decidido así? ¿Quien a metido eso en la sociedad? Ideas erróneas. Eso es lo que son. Porqué lo normal no tiene porque estar establecido. Porque "normal" es una palabra demasiado ambigua, para ser utilizada con tanta frecuencia. Con tanta "normalidad".

27 de septiembre de 2011

Textos a medias.

Conozco gente que miente. Gente que grita. Gente que daña. Gente que protesta. Gente impertinente. Gente que molesta. Pero también conozco gente inteligente. Gente creativa. Gente sociable. Gente lista. Gente rara. Gente diferente. Conozco gente que te dejaría tirada en el suelo si estuvieras herido. Conozco gente que lloraría si estuvieras tirada en el suelo. Conozco gente con dotes de lideres y gente que trabaja a la sombra de esta.

25 de septiembre de 2011

Mientras escucho lecciones de inglés.

Estoy pasando una redacción de "my summer" a limpio, mientras escucho lecciones de inglés. No entiendo nada. Es el disco de este año, para 4º de la E.S.O. Acabo de oir "ten years ago". It's something.. No me gusta mi redacción. Hablo sobre mis progresos en inglés, en webs, pero no sales tu. Algo importante. Lo más relevante de mi verano fuiste tu, después de 6 meses. Después de tejados enteros, después de ¿puntas? nah, puntazos. Es interesante. El como paso. Es impresionante. El que lo haya conseguido. No puedo concentrarme en esta entrada. Pista 14. That movie is awesome. Escucho un dictado, y lo repito. No he comenzado a pasar la redacción a limpio. Mentí en mi primera frase. Creo que es hora de comenzar. No sé bien como etiquetar esta entrada, más bien carece de sentido. Bueno, yo también carezco de él y ya todos me tienen con etiquetas. Pista 19. London is awesome. No es lo único impresionante.. No me gusta esta entrada, quizás la publique y la suprima al instante, quizás no. Voy a pasar esto a limpio, tal vez me pase después por aquí, para seguir molestando un poco con mis entradas..

24 de septiembre de 2011

Sé que suena egoísta.

Me duele la cabeza. No, no es una excusa me duele la cabeza y el ojo derecho. Poco a poco se van cerrando. Quería ver una película, parece que esta noche no será posible. Ahora mismo quisiera estar viendo aquí no hay quien viva, pero no estoy en mi casa. No me siento protegida. No puedo hacer lo que se me antoje. No me gusta esto. Se que suena raro, pero echo de menos a mi madre. La tengo todas las noches en la habitación de al lado. Todas las noches oigo su voz y no le hago caso. Esta noche la echo de menos. Esta en un hotel. A menos de 100 kilómetros de mi. Hoy la quiero a mi lado. Sé que suena egoísta, por eso de quererla ahora, pero es que echo de menos hasta como me grita por dejar la luz del baño encendida. La extraño. Quizás ella nunca lea esto, pero quiero que sepa que en noches como estas solo me hace falta su abrazo y su "Thais, ven aquí!" como grito de guerra. Creo que me largo a la cama, no tengo ganas de seguir aquí. Esta tan cerca, pero a la vez tan lejos.. Decidido. Me largo. Buenas noches a todos, y hasta mañana. Madre, mamá, mami, Ruth, Ruti, Rufo.. Buenas noches, esta entrada te la dedica tu hija, con cariño.


Etc.

Suspira, mientras las lagrimas por su cara resbalan..

The happiness begin with a smile.

23 de septiembre de 2011

Momento Ñoñeria.

Tiene algo distinto al resto. Lo hace diferente a cualquier otro que haya conocido hasta ahora. No sé si es su cara, su sonrisa, su inteligencia, su forma de ser.. o el conjunto de todo, pero es distinto. Seguiría este texto describiendo lo "awesome" que eres, pero no. No lo voy ha hacer. Me estoy poniendo ñoña. Imagínate, tengo puesto en los cascos una balada.. "Es que me gusta tu cara, me gusta tu pelo, soñar con tu voz.. me gusta tu risa, me gusta tu boca, me gusta creer que por mi tu estás loco".. Ahora quiero verte. Tenerte entre entre mis brazos. Rozar tus labios. Dios, pero que mariconadas estoy escribiendo, tengo un día raro. No sé si enñoñeceme, o publicar esta entrada así, tal cual está. Bueno antes de publicarla, para que me odie el mundo. En mis cascos sonando "Baby de Justin Bieber".

Textos que empiezan describiendo a una persona y acaban por qué la personas que describes te odie por tu ultima frase.

21 de septiembre de 2011

Diez minutos.

Llegue diez minutos antes. Diez minutos que puedo aprovechar o no.. Diez minutos en los que puedo hacer una reflexión de mi día o diez minutos que puedo malgastar escuchando una canción de Pitbull. Diez minutos que puedo emplear en apuntar los exámenes en el móvil para que no se me olviden, o diez minutos andando sin más esperando a que llegue. Diez minutos largos.. minutos que parecen infinitos.. minutos que paso sola, minutos que hace que escuche el ruido de la sirena del instituto o de esos viejos motores de los coches intentando arrancar. Minutos en los que me pongo a observar que mis all star están sucias, minutos que paso en silencio apoyada contra la pared sin tener nada que decir, o bueno.. a quien decir. Diez minutos en los que he escrito un trocito de mi, minutos en los que actualizo mi blog.. "¡Oh! Parece que ahí viene.."

Va uno y dice paren.

Hoy me he sentido defraudada. Más que defraudada, horrorizada. Estaba en el recreo con mis amigos y un par de más.. y de repente se pusieron a hablar de peleas entre conocidos de ellos. "Y cuando ya se habían dado un par de cañonazos buenos, he iba a empezar la pelea, va uno y dice paren, ¡sepárense ahí!" Analicemos bien esa frase. Me dejo fatal. ¿Cómo disfrutan un puñado de gente de dos tíos pegándose  No lo entiendo, y creo que nunca lo entenderé. Nunca me ha llamado eso de las peleas, nunca me ha llamado la atención ir a mirar, a hacer bulto, a decir "uuuuh". No entiendo la finalidad de las peleas, y ni que diversión hay en ellas. En algún momento me gustaría ser como "ellos", pero solamente para saber que se les pasa por la cabeza cuando ven una. Saber como piensan, saber por qué ríen..

19 de septiembre de 2011

Buenas noches y buena suerte.

Hoy tengo sueño. No es que sea un hecho relevante, ni poco común, pero estoy destrozada. Quizás fue porque hacia 3 meses que no me levantaba a las 7 para ir a clase. Quizás porque no tuve recreo, quizás porque tuve un examen a primera, quizás.. No sé, pero estoy hecha mierda, y perdón por el vulgarismo. Creo que en breve me largaré a la cama. Copiaré el horario y un par de cosas más, y a sobar. Buenas noches y buena suerte.



17 de septiembre de 2011

You are not alone.

Sábanas vacías.

No me gusta cuando te vas pronto. No me gusta quedarme hasta la madrugada sola, en esta habitación vacía y sin oír más que mi respiración. No me gusta tener acumulados los platos de mis cenas a un lado del escritorio, tan solo por hablar contigo. Rectifico, me encanta cenar frente a este viejo portátil, mientras me cuentas una de tus batallitas diarias y suena una canción de Nickelback. "You're never gonna be alone, from this moment on.." He encendido la tele. Horóscopos, series españolas de hace más de un lustro y sexo. Creo que me quedo con las series españolas, lo único que necesito es distracción. No pensar. Hay noches que parecen repetirse día tras día. Los mismos pensamientos recorren mi cabeza cada dos por tres. Tu y tus manos entrelazadas en mi cintura. Tu aliento rozando mi paladar. Y tu olor por cada centímetro que has recorrido de mi. Bueno, esto es una noche más. Otra noche. Otra noche que, dormirás en mi lado derecho de la cama, otra noche que, me abrazarás, otra noche que, me despertarás con tus besos, tu sonrisa encantadora, y tu mirada picará. Otra noche que, todo esto pasará al cerrar mis ojos. Otra noche en que todo esto quedará entre mis sábanas vacías, mi imaginación y yo.

15 de septiembre de 2011

Textos que debería continuar.

Tengo tu olor. En estos momentos, mi cuerpo está impregnado de ti. De tu aroma, de tu aliento, de tus besos, de tu saliva.. No tengo una sola parte de mi rostro que no estén tus huellas dactilares, de hecho, creo que si muero te acusarían de asesinato. No sé. Esto es una mierda. Sí, esto del tiempo. No hablo de la lluvia, ni de si mañana me tengo que poner un suéter porque hace frio. Hablo del paso de las horas, de los minutos, de los segundos.. No entiendo como las 14.47 se volvieron las 19.41.. Se me hace corto el tiempo contigo. Horas que vuelan, minutos que corren, segundos que.. bueno, creo que te sabes el resto.


6 de septiembre de 2011

364.


Porque no solo nos debemos acordar de él porque ayer fuera su cumpleaños, yo prefiero recordarlo hoy. Otro día diferente al que cumple, otro de los 364 restantes.

#HappyNotBirthdayFreddie.

Y eso tan solo con una mirada..

Me encanta su forma de mirar. No lo puedo evitar. Con una mirada sé lo que esta pensando, si esta preocupado, o radiante de felicidad. No puedo evitar sonreír cuando me mira. Es inevitable ya. Me hace feliz, no me preguntes por qué, pero lo consigue.