27 de octubre de 2013

Desplegarla, y declararla mi nación.

Siempre he confiado en ese lugar que está suficientemente cerca de tu pecho como para sentirme segura.
No he podido romper completamente el inquebrantable parapeto que has formado, pero sin embargo, he conseguido atravesarlo y quedarme observando desde la retaguardia. Parece un lugar seguro, no hay tropas ni artillería pesada, solo una forastera, servidora, que se pasea por ahí tan campante tras una guerra de arduas batallas por cruzar la frontera y clavar su bandera.

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