21 de junio de 2014

Día 97.

Llevo tres meses, seis días y cuatro horas sin saber de ella. 

He estado mil veces apunto de rendirme. Ciento cincuenta copas después, puedo decir que soy incapaz de olvidarla. Hoy he soñado con ella. He soñado que me destrozaba la vida y que se quedaba contemplando desde un banco cómo me hundía en mis propias lágrimas. Inmutable. Impasible. Inhumana. 
No quiero que sepa que he vuelto a fumar. Me tiembla el pulso cada vez que enciendo un cigarrillo y se consumen las esperanzas de recuperarla. Nunca me habían querido tan mal. Aunque quizás yo no supe quererla demasiado bien. 
He leído hoy en la prensa local que lloverá mañana. Para mí, desde que se fue, nunca ha dejado de llover.

Llevo tres meses, siete días y trece minutos sin saber de ella. Pero nunca he dejado de recordarla. 


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