22 de septiembre de 2012

Se parará para nosotros.

No sabía en absoluto como afrontar la situación. Tenía la tonta idea de que el mundo se le iba a venir encima. Estaba pidiendo a gritos un abrazo infinito y un beso fugaz para siempre. Estaba reclamando atención, lo necesitaba. Los días le parecían semanas, semanas de 19 días y 500 noches. No pararía de echarlo de menos hasta que pudiera verlo desde lejos y echarse a correr para alcanzarlo, y recuperar esa semana perdida. Sabía que ese momento que tanto añoraba llegaría, llegaría de un momento a otro y entonces, entonces volvería a sonreír como si no hubiese mañana. Y que en ese preciso instante el tiempo se pararía. Se pararía para ellos. Se parará para nosotros.

No hay comentarios:

Publicar un comentario