4 de febrero de 2013

Este es tu sitio.

Me trajo devuelta a la Tierra y yo no quería. Le dije que esto era un planeta feo y horrible y aún así quiso que volviera. Me eche a llorar, le tiré de la capa, me agarré a él con mucha fuerza, creo que incluso le hice daño, y aún así siguió firme en su decisión. No entendía por qué me hacía esto. Mientras volvíamos ponía cara de morros y no le hablaba. Me miraba con gesto de ternura, y yo no me podía resistir. No sirvo para enfadarme, y menos con él. 
Contemplaba por última vez todo el paisaje. Las estrellas por las que habíamos pasado, todos los cometas que habíamos sobrevolado y cada una de las puestas de sol que habíamos presenciado. Notaba un suave cosquilleo en mi estómago cada vez que me venía algo de eso a la cabeza. Temblaba un poco y seguía mirando por el ventanal. ¿De verdad que no volveré a ver todo esto? Creo que lo dije demasiado alto, porque se giró hacía a mí con la mirada triste y bajo la cabeza. No quería seguir viéndolo y me perdí en otra cosa que no fuera él. 
Cada vez estaba todo más cerca, ya veía la estratosfera de lejos. ¡No! ¡No quiero irme de aquí! Esto es demasiado bonito. Puedo embarcarme en una aventura todos los días y seguir teniendo cabeza para contarlo. Parece que nunca pasa nada malo. No sé por qué me haces esto. 
Prepárate para aterrizar, es lo último que le oí decir antes de tocar suelo terrestre. ¡A lo mejor se le acaba el combustible a este cachivache y no podemos llegar! ¡O es todo una broma y antes de aterrizar da media vuelta y nos vamos! Otra vez, juntos, como siempre.
Pero no lo hizo. Oí el aterrizaje. Noté que ya nada era lo de antes. Me acompañó hasta la salida y me miró fijamente. ¿Y ahora qué va a pasar? ¿Te volveré a ver? ¿Dónde vas a ir? ¿Sabes lo que tienes que hacer? ¿Por qué me dejas aquí? ¡Yo me quiero ir contigo! ¡Dime que esto es una broma! Dímelo por favor, lo necesito. Pero no lo hizo. No contestó a ninguna de mis preguntas. Solo me abrazo, me dejó una caja llena de recuerdos y se subió en su nave. 

"Este es tu sitio." Y no supe nada más. 

Mientras contemplaba su salida, de nuevo, no pude evitar gritarle ¡VUELVE PRINCESITO! Pero creo que no me oyó. 

Quizás por eso aún no ha vuelto. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario