24 de enero de 2013

Me fui de visita al asteroide B 612 y aún así estabas allí.

Por si fuera poco, puedo estar en otro lugar sin proponérmelo. Simplemente ¡PLAS! y aparezco, aunque eso suene más a orden para que un perrito se eche. Es increíble, de verdad. Viajo con mi nave nodriza hasta el asteroide B 612, para hacer una visita, y vuelvo en un santiamén a una isla perdida en medio del Atlántico. 
Y aparte de eso, como si ya no tuviera bastante, soy capaz de verte. De verte cuando no estás, y presentir hechos. ¡Qué locura! Pero es cierto. Ni en el asteroide B 612 dejaste de aparecer. Y no entiendo por qué. No eres mágico como yo. Quizás por eso tú no me ves. No puedes verme. Ni sentirme. Pero estoy aquí, te lo prometo. 


[Persona que fui a visitar al asteroide B 612.]

Quizás fui a visitarlo porque el Principito y Princesito se parecen, y ya. A lo mejor por eso estabas allí. O no. No tengo ni idea. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario